María Corina debe salir
14/2/25
Por
Asdrúbal A Romero M
Una arriesgada propuesta, controversial, pero mucho me temo que sea necesaria

Me ha resultado altamente sorpresivo el exceso de negativa sobrevaloración que se le ha endilgado a la entrevista del representante del presidente Trump, Richard Grenell, con el dictador Maduro. Las opiniones vertidas en redes sociales y, sobre todo, los inflamados discursos de varios periodistas radicados en Miami y muy identificables con la oposición, han confluido en un peligroso desmadre tendiente al derrumbe de esperanzas. La inmediata respuesta desplegada por María Corina, al ofrecer una rueda de prensa el tres de febrero con siete connotados periodistas, me ha aparecido muy oportuna y efectiva en cuanto a la recuperación de sensatez en la valoración de acontecimientos del agitado ajedrez geopolítico, en el que estaremos presentes con la posibilidad de influir mas no la de ejercer el control que quisiéramos. Les invito a escuchar su mensaje en el enlace: https://bit.ly/416YXnF
MCM ubicó en su justo valor la visita de Grenell, quién no vino a negociar sino a trasladar una petición, la liberación de los prisioneros americanos, y una instrucción con respecto a la recepción de deportados. Maduro, no tan tonto como Petro, no solo no pisó el peine sino que teatralizó, como siempre, un provechoso relato para el régimen que hizo mella en mucha gente, incluso en algunos que ya deberían estar más curados de sus esperpénticas escenificaciones.
En cuanto a la prórroga de la autorización a Chevron, la inscribo dentro de lo razonable que puede resultar para un poder ejecutivo, que está recién instalándose y abriendo innumerables frentes, el renovarla por seis meses más dado que justo estaba venciéndose esos mismos días. A las grandes empresas no es aconsejable someterlas a decisiones oficiales que impliquen la entrada o salida, de modo abrupto, de una compleja situación comercial como lo es una concesión petrolera. A los efectos de pronosticar cuál será la conducta real de Trump de cara a su compromiso público de <<no comprarle más petróleo a Venezuela>>, tendría que analizarse, con mayor preocupación y cautela, la decisión de mantener la autorización los subsiguientes seis meses a partir del vencimiento de la actual.
Lo señalado con relación al tema Chevron es mi opinión, pero creo recordar que MCM también le quitó hierro a este asunto. Mayor importancia le otorgó a la revocatoria del TPS, tema en el cual MCM se comprometió a trabajar arduamente con sus aliados dentro del gobierno de Trump, para la búsqueda de un tratamiento oficial alternativo. Con relación a las manifestaciones alacránicas de los de siempre, por tratar de reivindicar el voto que “ellos nunca han defendido”, bastó esta certera aseveración para ridiculizarlas y restarle importancia. Más bien, les invitó a que salieran todos, los alacranes, de una vez por todas, los abiertos y los encubiertos, para que se contaran y los ciudadanos terminaran de inmunizarse ante su traicionera ponzoña.
Sin embargo, con relación al ya no tan bendito dilema del votar o no, sí hay algo que me preocupa. Me consta la existencia de gente de buenos principios políticos, incluyendo individualidades, insospechables de haberse apartado de su genuina condición opositora, quienes se vienen atreviendo a manifestar su deseo de votar en la celada electoral que ha montado el régimen. Hace pocos días, recibí un texto de una profesora universitaria atractivamente confeccionado, cuyo mensaje central se destila en la siguiente referencia textual: <<Convoca todas las elecciones que quieras -dirigido a Maduro-, que en todas vamos a participar y te vamos a derrotar, y el mundo será testigo una y otra vez del fraude>>. Suena bonito, pero este discurso se abstrae de considerar el cambio radical que se ha producido con relación a la viabilidad de la defensa del voto. ¡Otro 28J es irrepetible en la actualidad!
La dirigente, que una muy amplia mayoría opositora eligió para liderarnos en este proceso de recuperación de nuestra libertad, está resguardada en sitio seguro porque si sale la ponen presa. Varios de sus más importantes integrantes de su equipo están presos o asediados en una embajada. A nivel regional, muchos dirigentes escondidos y la capacidad de organización interna severamente restringida. ¿Quiénes se arriesgarán a integrar los equipos electorales cuando hay unos cuantos que están todavía en las cárceles por haber ejercido, precisamente, esa misma función? Y los miembros del Plan Republica que nos ayudaron esa noche electoral a rescatar las actas que equipos del PSUV se negaban a entregar, ¿dónde están?
El discurso de la profesora, y de otros como ella, es utópico, pero hace daño a la necesaria e indispensable unificación de voluntades en este tramo de nuestra lucha. Le trasladé esta opinión en un audio. Su respuesta sacó a colación un lunar oscuro de nuestra estrategia en el momento actual, ese que también viene generándome inquietud desde hace semanas. <<La abstención es real, pero la dinámica política obliga a la “acción” y la “espera” inmoviliza>>. Le reconocí que en algo tenía razón, pero que en ningún caso esa "acción" podía ser la participación electoral en las regionales. El 28J constituyó un logro magnífico, una jugada de casi jaque mate que el régimen enemigo resistió con el sacrificio de quemar, virulentamente, su disfraz democrático. Nos toca mover en el tablero y aunque nuestra líder diga que se está trabajando, intensamente, todos los días en la reingeniería de los comanditos -con las nuevas tareas que deben cumplir en el marco de la “lucha hasta el final”-, desde el punto de vista estratégico táctico se percibe una parálisis. Vislumbré en ese diálogo con los periodistas está preocupación, incluso en MCM, aunque nadie se atreviera a explicitarla.
Tenemos entre manos, un problema muy complejo a resolver. He escuchado y leído muchas opiniones sobre la juramentación del Presidente electo y la Vicepresidenta como la jugada indicada. No lo tengo del todo claro, lo confieso, porque siempre pienso en lo que viene después. Me atrevo a colocar en la palestra otra propuesta, que de antemano reconozco su naturaleza controversial: MCM DEBE SALIR.
A pesar del muy apreciable precedente del exilio de Rómulo Betancourt en los tiempos de Pérez Jiménez, en Venezuela se ha entronizado una matriz de opinión ciudadana, según la cual: que nuestro líder se exile temporalmente ya equivale a su abandono de la lucha. ¡Y que nos abandona! Lamentablemente, “el nunca los abandonaré” se lo he escuchado a la misma MCM en el contexto de su tónica discursiva más reciente con una asintótica aproximación a lo maternal. Al escuchárselo, siempre he recordado al “nunca digas: de esta agua no beberé” que solía rezar mi madre. Es urgente cambiar ese discurso. Solo ella puede hacer la pedagogía necesaria. Obviamente, después que salga.
MCM puede hacer mucho más por nuestra libertad afuera de nuestras fronteras, que encerrada dentro de las cuatro paredes como la tiene el régimen. ¡Y así desean mantenerla! Es mentira que quieren que se vaya. El tintero ya se me ha agotado -suele sucederme- para un más concienzudo análisis de los pro y los contra de esta arriesgada propuesta. Solo invito a imaginar cómo se desarrollaría un diálogo cara a cara de Trump con la lideresa que simboliza en mayor medida la dimensión agónica de nuestra lucha por más de 25 años. Las bases de su liderazgo imponen mucho respeto en el ámbito internacional. Trasmite una imagen de sacrificio, fortaleza en el discurso y autoridad moral, que amplifican de forma exponencial sus exigencias de la indispensable ayuda externa que requerimos. Convencido estoy que con ella, articulando afuera acciones y voluntades, muchas dinámicas positivas comenzarían a movilizarse.
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